Desde que se inventaron las excusas ‘Tunja en Equipo’ queda bien

Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO
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Por: Daniel Triviño

Un par de días atrás, luego de caer en el debut de Copa América ante Colombia, el director técnico argentino, Lionel Scaloni se quejó del mal estado del campo de juego, obviando que las malas condiciones del Arena Fonte Nova afectaban por igual a las dos escuadras.

Igualmente ridículo sonó Alfredo Arias, coordinador del Centro de Empleo y Emprendimiento Activa-T, que argumentó que la altísima tasa de desempleo en la capital boyacense se debe a la gran afluencia de venezolanos, como si fuera Tunja la única ciudad de Colombia a la que llegan personas provenientes del vecino país. “Hay 1.760 venezolanos legalizados, eso sube el desempleo”.

Habría que explicarle al Coordinador del Centro de Empleo y Emprendimiento Activa-T, que la mayoría de dichos migrantes ya no están en la capital boyacense, que los venezolanos difícilmente permanecen en una ciudad, pues muchos terminan dejando la ciudad para probar suerte en otras latitudes de Colombia y del continente.

También habría que comentarle que 1.760 personas no explican un alza constante en la tasa de desempleo de la capital boyacense, pues esta viene elevándose acentuadamente desde finales de 2018 sin que la Administración Municipal encuentre la manera de frenar dicho comportamiento.

La negativa de los almacenes de grandes superficies para establecerse en la capital boyacense es el otro factor al que desde la Administración Municipal utilizan para explicar la falta de empleo en la ciudad. Pero no es por el frío ni por la falta de plan n las noches tunjanas que han decidido no establecer sus negocios en Tunja, es más bien por la falta de una política tributaria flexible con el empresario.

No es mentira de quien aquí escribe, basta con conversar con los comerciantes de la ciudad para notar la compleja situación que afrontan año a año para poder sobrevivir a las asfixiantes y excesivas tasas de impuestos con las que cuenta la ciudad.

La informalidad, a la que tanto critican desde el Centro de Empleo Emprendimiento Activa-T, es hija de tan abusiva política tributaria, que en la mayoría de los casos no permite que quien tiene voluntad de formalizar su actividad, lo haga.

Otras ciudades como Duitama abren las puertas a la industria, y otras como Sogamoso manejan exenciones del 100% en impuesto de industria y comercio para aquellas empresas capaces de generar más de 81 empleos.

En Tunja, muy a regañadientes, está establecido que empresa nueva que genere 20 empleos o haga una inversión de 2.000 SMLMV tendrá una exención del 50% para los dos primeros años de existencia, 40% para el tercero y el cuarto, y 30% para el quinto.

Así las cosas no es por exceso de venezolanos o por la idiosincrasia tunjana que atrevidamente ha luchado por promover la informalidad, realmente es por falta de una política seria, que trascienda más allá de la creación de un Centro de Empleo y Emprendimiento que a duras penas logra sortear el problema del desempleo para 50 ciudadanos; es consecuencia de un gobierno que durmió en los laureles y que en su último año de mandato evidencia la falta de trabajo en ese sentido.

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