Corrupción de las élites en el poder en tres episodios: Episodio III.  La evidente caída del Reich y del sistema de corrupción

Ilustración original: Amy Chiniara © Transparency International
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Por | Manuel Restrepo

Vicerrector Académico de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Ph.D en Derechos Humanos, y Ps.D en Economía y DDHH

El sistema de corrupción “reinventado” a partir de la constitución de 1991, obedece al patrón de conducta de los “18 clanes (que) a la manera de la mano negra manejan el poder” (Lavanguardia, febrero 19/2020, Ovidio Castro), no con el propósito de garantizar el bienestar, la paz y la democracia de la nación como afirman e informan, si no de controlar sus bienes, riquezas y decisiones para mantener la hegemonía del poder y el dominio sobre la población y sus libertades.

      Los panfletos de estado de sitio “firmados” por “terceros” anunciando “paros armados” en territorios con la mayor presencia militar, las decisiones al filo de la ilegalidad de la procuradora, la parcialidad de ministros, embajadores y altos cargos como fiscalía y defensoría, unidos como en dictadura, en la campaña por el candidato oficial del partido en el poder, sumado a mentiras, medias verdades sobre el país, el crecimiento “engañoso” de la economía mirada por el incremento del consumo (sostenido por deudas personales y días sin IVA que transfirieron más de 15 billones a grandes financistas y empresarios), el alto desempleo, el aparato productivo destruido, una devaluación galopante y la moneda más devaluada del continente, y la suma de tragedias humanitarias por el desborde de violencias cotidianas y exterminio de lideres sociales y excombatientes, que aumentan las sospechas de que el partido en el poder no podrá evitar su caída.

Lea acá los anteriores episodios:
>Corrupción de las élites en el poder en tres episodios: Episodio II. Prácticas y los personajes de élites que…
>Corrupción de las élites en el poder en tres episodios: Episodio I. La teoría de derechos solo para élites…

    El reino del “proyecto de refundación de la patria” del partido en el poder, al extenderse se incomunicó, su líder se debilitó y quedó en soledad luego del llamado a juicio criminal. El presidente perdió su noción de estadista, las bancadas en el congreso se extraviaron sin hilaridad y los altos cargos se ocultaron entre informes inconexos y militantes. Los hechos, errores y estadísticas revelaron los secretos de su desprecio por la justicia, el odio por sus adversarios, los engaños por un futuro mejor. La gente común, las mayorías ignoradas o excluidas (no la “gente” de bien, que controla e impone sus reglas) aparece decidida a recuperar su papel protagonista y a destronar el reich y su sistema de corrupción con fallos de togados pagados por mafias, pactos entre autoridades y mafias (falsos arrestos de delincuentes con “oficinas” de narcotráfico y sicariato), falsas desmovilizaciones y capturas preparadas con drogadictos (cacique la Gaitana, casa del terror), jefes de seguridad de Pastrana (Roiner Chaves, esposo de Marbelle) y del presidente Uribe (Santoyo extraditado) condenados por alianzas con mafias, narco fincas y la compra de votos y fraude electoral en asocio con mafias (Aida Merlano, Ñeñe, Caya Daza) que resultaron inocultables.

        Haber creado barreras a la escucha de otras verdades, a la aplicación de justicia imparcial y a la implementación de la paz, acrecentó su insostenibilidad y aceleró su desplome y el del sistema en el que los corruptos como replicantes son el eje de la política y las decisiones, pero deben evitar como sea que su secreto, conexiones y beneficiarios se revelen. De los beneficiarios del asalto en territorios dice una noticia que el “…. mayor número (son) empresas antioqueñas, en el sector agropecuario Argos, que compró tierras para la captura de oxígeno y siembra de teca y hoy tiene 14 sentencias que la condenan a devolver tierra. Empresas bananeras asociadas a Augura (Uniban, Banacol, Bananeras del Urabá) y socias de la construcción del puerto de Urabá. Empresas extractivistas como Anglo Gold Ashanti, Continental Gold y, los bancos, Agrario, que absorbió la Caja Agraria; BBVA, que absorbió al Ganadero; y Davivienda, que absorbió al Banco Cafetero” (Colombia 2020, S. Forero, 31 de agosto 2020); y la enajenación de fondos de Agro Ingreso Seguro (Andrés Felipe Arias, “Uribito” condenado y en prisión secreta) y de ganadería de la federación respecto a que los recursos parafiscales por cuotas pagadas por 400.000 ganaderos por vender leche o sacrificar ganado por 90.000 millones, tenían problemas con Fedegán por “cláusulas inaceptables” y presuntas irregularidades en la administración de los recursos (semana.com, 15/01/16)

     El patrón de conducta de corrupción evidencia un trastorno en las estructuras del partido en el poder que sentencian su caída, el fin del Reich, de su retórica, prácticas e impunidades, que han sostenido la apropiación y enajenación de bienes y riquezas de la nación y “neutralizado” adversarios, combinando todos los medios de lucha para mantener el control absoluto del estado como propósito que une y asocia a élites y “gentes” de bien, sin importar el costo para la nación.

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