Comunidad de Norte y Gutiérrez no renuncia a defensa de su territorio y economía

Foto | Archivo personal
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La movilización que se hizo en estos días, organizada por la propia comunidad de las provincias de Norte y Gutiérrez, que fue totalmente pacifica, demuestra una vez más que los habitantes de este territorio, no cejan en su empeño de defender los derechos que consideran legítimos e irrenunciables para poder seguir habitando allí y defendiendo sus derechos económicos y sociales.

La convocatoria de la llamada ‘Marcha del Silencio’ significó un mensaje a las autoridades nacionales para que atiendan la problemática que se ha generado a raíz de la intervención de la comunidad U’wa en el Parque Nacional Natural del Cocuy, lo cual ha causado una profunda fractura a la economía y las dinámicas sociales derivadas de la actividad turística, la cual ha estado interrumpida desde hace un año, ante la veda impuesta por la comunidad raizal.

Llamado a la comunidad U’wa

En estas condiciones, los habitantes de las poblaciones de la región que han venido consolidando sus empresas alrededor del turismo, con importantes inversiones, que han generado empelo y la salida económica ante la crisis de los demás renglones de la economía regional, reafirman el llamado urgente a que se busquen puntos de acuerdo para que la comunidad U’wa no siga utilizando los mecanismos de presión, como es el cierre del Parque, para obligar a que el gobierno ceda en pretensiones que incluye la ampliación del área del resguardo. El argumento es sencillo: unos y otros tienen derecho a estar en el territorio y a desarrollar sus actividades en el marco de su cultura y expectativas.

La participación de hombres, mujeres y niños en número de más de cien, de una decena de municipios de la zona, es la prueba de que este problema se ha generalizado y que nadie está quedando excluido de los efectos negativos que tiene el cierre del Nevado para la actividad del turismo, en materia económica.

La Marcha del Silencio, no tuvo ningún apoyo de los alcaldes locales, quienes han venido brillando por su ausencia, a pesar de que deberían ser los más interesados en apoyar este tipo de exigencias para que se solucione, de una vez por todas, este cierre que ya cumple 12 meses. Sin embargo, se dice que la conducta de los alcaldes no se debe a negligencia propia, sino que podría estar asociada a presiones externas de actores irregulares que causan fundado temor.

Gobierno departamental sigue comprometido

Para el asesor del diálogo social de la gobernación, Pedro Pablo Salas, esta marcha del silencio por el derecho al territorio fue un mensaje contundente a todos los que se han radicalizado en puntos de vista que terminan por desconocer a gran parte de la población que se está viendo afectada; agrega que la marcha fue un llamado al diálogo y a la responsabilidad de todas las autoridades para que se asuma con la prioridad que merece esta problemática de alto impacto.

Lo que sigue, dice Salas Hernández, es que queda agendado  para que próximamente se cumpla una cumbre que estaría liderada por el mismo gobernador Carlos Andrés Amaya, el Ministro del Interior y de Medio Ambiente, junto con Parques Nacionales para que se tomen las decisiones y ordenen las acciones de gobierno que atiendan y solucionen las legítimas exigencias ciudadanas. “Hay que sensibilizar a quienes no han querido sentarse a resolver este problema, y sin dilaciones, tomar acciones de conservación y protección del nevado y a la vez que permitan las actividades del turismo, que se han convertido en el alma y nervio de la economía de esta provincia”, concluye el funcionario.

Pocas alternativas

Las alternativas que quedan son pocas para una región con problemas en infraestructura vial y con la decadencia del sector agropecuario. Así que el turismo es el único jalonador del desarrollo de estas provincias, por eso la estrategia de que alrededor de este sector se pueda apoyar la economía de la región, incluyendo al sector agropecuario, por ahora es a única alternativa. El problema de la zona va mucho más allá del nevado y tiene que ver con la atención que requieren todas las demandas sociales que se hacen manifiestas en este tipo de movilizaciones que, todo parece indicar, van a ser el mecanismo que utilicen las personas de esta región para que se normalice el funcionamiento del Parque Nacional Natural del Cocuy.

Todas las culturas, las tradiciones y aquellas interpretaciones que hay sobre el mismo fenómeno del deshielo del nevado y de uso del territorio, deben sentarse y llegar a un acuerdo que permita una sana convivencia, donde todas las personas que directa e indirectamente dependen y viven de los recursos que existen en esta provincia lo hagan de manera equitativa y sostenible.

El llamado de la ‘Marcha del Silencio’ es para que las autoridades no sigan siendo indiferentes ante los problemas de los ciudadanos de a pie, quienes en medio de tanta adversidad, no pueden seguir con actitudes de desconocimiento que terminan por trasladarles un alto costo social y económico, convirtiéndolos en víctimas de las políticas del Estado. A los pobladores de las provincias de Norte y Gutiérrez no se les puede causar o trasladar problemas que se convierten en delicados e innecesarios conflictos sociales.

 

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